"A la hora de sentarse a comer, no me importa cómo se viste la gente ni cómo habla, cómo luce, cómo suena, ni siquiera cómo huele. Todas las personas son bellas si comparten una simple cualidad: respeto por la comida, por el momento, y respeto mutuo: por quienes cocinan, quienes sirven y quienes comen. Esas personas siempre son bienvenidas a mi mesa."
Francis Mallman.